Emprendimientos

Picture of  Una columna de Héctor Escobar Restrepo
Una columna de Héctor Escobar Restrepo
"El país era mucho mejor cuando solo robaban los ladrones." *1

La llamada desaceleración no afecta a todo el mundo por igual. En el país hay  un sector económico que desde años atrás ha mostrado un gran dinamismo, y no da señales de decaer: me refiero a los emprendimientos políticos (empresas electorales que han generado empleo y riqueza a lo largo y ancho del país). Bueno, claro, no se trata de empleo para todo el mundo sino, como es obvio, para quienes están vinculados a la empresa. Y la riqueza…, pues, se entiende, corresponde es a quienes han arriesgado su capital político y, por supuesto…,  también a los socios contratistas.

 

Como resultado de esa dinámica en el país están hoy registrados ante el CNE 34 partidos y movimientos políticos, cada uno con su personería jurídica. Algunos de ellos  tienen franquicias en diferentes ciudades y municipios del país; aunque en cada circunscripción puede haber otros grupos, cuyo alcance es solo regional… En las elecciones de 2023 para la alcaldía de Medellín hubo 14 candidatos de 24  partidos o movimientos, y de los llamados Grupos Significativos de Ciudadanos (G.S.C.) 

 

Un emprendedor puede haber estado vinculado a otro u otros movimientos o partidos y decidir en algún momento hacer rancho aparte, o asociarse con alguien más prometedor .Y entrar a disputarle votos a su antigua casa política…No es que el emprendedor cambie sus principios: él desde siempre ha sabido que la política es un universo de oportunidades, que exige reinventarse cada cierto tiempo… Ahí es donde comienzan y terminan sus principios.

 

Para ilustrar un poco el tema, miremos la trayectoria de alguien que ha mojado mucha prensa en los últimos meses: el señor Armando Benedetti (lo de “señor” es un decir).Nuestro embajador ante la FAO -para quien este gobierno resucitó el cargo-, ha sido entre otros,  del Partido Liberal, de Cambio Radical, del Partido de la U, y del Pacto Histórico, es decir, ha estado con Uribe, Vargas Lleras, Santos y Petro (alguien puede digerir esto?)…Bueno, lo cierto del caso es que, como lo descubrió Darwin, no sobrevive el más fuerte sino el que más capacidad de adaptación tiene…(Quiénes vamos ganando?).

 

La política, en todo lugar, en todas las épocas, no es precisamente una actividad lúdica o inocente: “la política  es la continuación de la guerra por otros medios” (o a veces por los mismos medios, bien lo sabemos los colombianos). Y qué es lo que pretenden los políticos?  Sobra decirlo:  participar del Poder. 

 

¿Y el Poder para qué ?, como se preguntaba en sus tiempos, tal vez ingenuamente, Darío Echandía. Pues veamos Maestro Echandía: miremos solo el tema de la plata.

 

El  presupuesto público en Colombia, es decir, el de la nación, los departamentos, municipios, entidades y empresas del estado, supera los 700 billones de pesos al año; según la Contraloría General de la República, la corrupción se apropia de entre el 10% y el 12% de ese total (aunque Transparencia por Colombia estima que es entre el 12% y el 15%): en valores absolutos, se apropia de más de 70 millones de millones de pesos al año (70 billones).

 

Para dimensionar lo que esto significa, baste decir que la nueva reforma tributaria que el gobierno anuncia que expedirá por decreto (dado que el presupuesto 2025 está desfinanciado), pretende  recaudar, mediante el aumento del impuesto de renta a las personas, 12 billones de pesos; esta nueva reforma, que como la anterior esquilma a las clases medias, representa solo el 17.1% de lo que se pierde en la ruta de la corrupción… (Se me ocurre: y si de pronto reducimos la corrupción a sus justas proporciones como lo pedía el presidente Turbay? Ahí resolveríamos el problema…, pero ese es otro tema)

 

Aparte de esto, hay una cara del asunto que puede tener incluso mayor trascendencia para el futuro del país: y es que para desfalcar al Estado se requiere la participación de alguien que ocupe una posición de poder, que puede definir o influir en la toma de una decisión en beneficio de otro alguien, Y ese es el quid del asunto político.

 

Todo esto quiere decir que el escándalo diario del que con rabia y asco nos enteramos, es apenas una pequeña manifestación -una fiebrecita  o una piquiñita- de lo que verdaderamente ocurre en el cuerpo del país:  la  enfermedad que padece Colombia es polifacética, y de dimensiones colosales.

 

He ahí Maestro Echandía, respetuosamente, una corta respuesta a su pregunta… Y también a nuestra inquietud del principio: a qué se debe el dinamismo en el sector de los  emprendimientos políticos?

En una próxima columna tocaremos el tema de las implicaciones sociales y políticas de la corrupción.

*1 Para ser honrado, debo decir que esta frase no es mía, es original de Alfonso López Pumarejo (aunque no me consta).

Compartir