No fue la clase trabajadora de Berlín Occidental la que derribó el muro en busca del paraíso comunista, sino que fueron los trabajadores del Berlín comunista quienes lo echaron abajo para irse a disfrutar en Occidente de la explotación capitalista. Es una vieja historia, pero vale la pena recordarla…, ya veremos que tiene alguna actualidad. En Venezuela, por ejemplo, se ha dado algo un poco similar: del paraíso prometido por el chavismo han salido o huido 8 millones de personas en los últimos 10 años, y su PIB se ha reducido un 75%.
El tema viene al caso porque, extrañamente, y a pesar de la magnitud del desastre económico y social de Venezuela, Maduro obtuvo tres millones de votos, el 30% del total de la votación
(sería un porcentaje sustancialmente menor si los venezolanos en el exilio hubieran podido ejercer su derecho: menos del 1% pudo hacerlo)… Pero fueron, de todas maneras, tres millones de votos (esta cifra, ya redondeada, es la reconocida internacionalmente).
¿Cómo logró el chavismo llegar a semejante cifra? Lo hizo mediante la “organización de las bases populares”, (frase que se ha oído repetidamente en los últimos tiempos en Colombia), un modelo corrupto-clientelista-represor que desarrolló en Argentina Juan Domingo Perón y que, lamentablemente, ha marcado la historia de ese país desde los años 40 del siglo pasado…El chavismo-madurismo hizo suyo ese modelo y, hay que reconocerlo, lo logró empeorar significativamente… Y esto nos explicaría esos 3 millones de votos… Veamos.
Venezuela tiene, en todos los niveles del estado, 2,800,000 empleados públicos (aproximadamente 20,000 son cubanos). De los 23 estados sólo hay 2 en los que no gobierna el chavismo. Lo cual quiere decir que Maduro controla más del 90% de los puestos públicos. Y todo venezolano sabe que para acceder o mantener el puesto – aunque sean sueldos de miseria, como realmente lo son- hay que ser, o mostrar ser, un leal del gobierno.
Pero ahí no se queda la cosa, hay un instrumento aún más poderoso en manos del régimen: la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), que agrupa no sólo sindicatos del sector estatal (educación, salud, administración pública, servicios públicos) sino también de los sectores estratégicos (petróleo y energía, minería, telecomunicaciones). La CBST y sus sindicatos son una de las formas de “organización de las bases populares”, usadas por el régimen para mantener el control sobre la población trabajadora. Más que para representar y defender los legítimos derechos del trabajador, son un instrumento político del régimen… A quienes sí les va muy bien es a las fichas del chavismo que fungen como dirigentes sindicales.
Además de los sindicatos del CBST, otro valioso instrumento de control social son las llamadas cajas CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Estas cajas se entregan cada mes (en realidad son entregadas sin ningún orden, todo depende de si hay disponibilidad ) con productos alimenticios como harina de maíz, arroz, pasta, azúcar, sardinas, etc., a precios altamente subsidiados por el gobierno. Son vendidas a familias previamente inscritas, que en el proceso han sido visitadas y entrevistadas por delegados del Comité Local – último escalón del andamiaje manejado por el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación-. Este Comité es el que finalmente determina la cantidad de alimentos que contendrá la caja para ese grupo familiar: a una familia promedio la caja le alcanza para 8 días…Y lo mejor es mostrarse chavista para no tener problemas con la limosna.
Los CLAP, aparte de ser un elaborado mecanismo de control social, es una dichosa fuente de enriquecimiento para los cercanos al poder y…, obviamente, para quienes lo ejercen. El ahora ministro Alex Saab ha sido señalado por su papel protagónico en la importación y empaque de los productos. Como era de esperarse, le eran muy bien pagados y, además, con dólares preferenciales. Las ganancias astronómicas se han manejado mediante un entramado de empresas en paraísos fiscales… Corrupción y lavado al por mayor.
Solo con estos dos instrumentos (los sindicatos coptados por el régimen y los CLAP), entre otros varios, podríamos explicar los tres millones de votos de nuestra pregunta inicial. Aunque, si en el camino la “organización de las fuerzas populares” no son capaces de sostener al régimen, hay un instrumento adicional al que se podría recurrir: las fuerzas militares.Un solo dato nos explicaría su importancia: en Venezuela hay aproximadamente 2,000 generales y almirantes (en Estados Unidos hay menos de mil, en Colombia hay 160). Significativo, verdad? Salen caritos porque son muchos y ,además, hay que darles participación…, pero es mejor no regatear…