La Creadora o El Creador (sobre esto no se han puesto de acuerdo teólogas y teólogos), hizo a la mujer y al hombre a su imágen y semejanza. Al hombre lo creó a partir de un poco de arcilla, y a la mujer la hizo a partir de una costilla del hombre; aunque hay versiones que afirman – versiones particularmente de pensadoras-, que Adán fue hecho de una costilla de Eva (lo cual suena bastante más lógico porque al fin y al cabo todos los seres humanos y las seres humanas venimos del cuerpo de una mujer).
Eva y Adán vivían en El Jardín del Edén, un lugar paradisíaco. Durante el día se entretenían mirando pájaras y pájaros, loras y loros, guacamayas y guacamayos, …. O viendo maromear las ardillas y los ardillos, las monas y los monos…, y otros muchos animales que todavía no tenían nombre pero que también vivían en El Jardín.
Algunos días de la semana salían de cacería. Cazaban patas y patos, zorras y zorros, cabras y cabrones, conejas y conejos, chivas y chivos, para mencionar solo algunas y algunos de las y los que habitaban por esos lares y que eran parte principal de su alimentación.
En otras ocasiones se iban de pesca y regresaban con cantidades de sardinas y sardinos, truchas y truchos, bocachicas y bocachicos…, en fin, animales variados propios del mar o de los ríos del Jardín del Edén. Eva y Adán gozaban mucho en esas salidas, todo les parecía muy bonito…, aunque por los humedales a veces veían también sapos y sapas, grillos y grillas, y estos no eran muy de su agrado.
En fin, así se hablaba en ese entonces, y todo iba bien de esa manera, hasta que apareció el machismo. Que empezó, como toda violencia, por el lenguaje, por el hablar. A Adán por ejemplo le dió por referirse a la pareja de vecinos que vivía al frente, no como la señora y el señor – que así siempre había sido-, sino como ellos, los del frente. Era una sutileza, pero a Eva le pareció que era una forma de desconocer a la mujer…Si se trataba de ahorrar palabras por qué Adán no dijo, ellas las del frente, sino ellos ? Otra vez, una tarde que habían salido a dar una caminada, Adán le dijo a Eva: mira amor que pajaritos tan lindos. Y ella con sus ojitos veía que eran pajaritas y pajaritos. Para él, pensaba Eva, ya las pajaritas como que no existen. Ni, por lo visto, ninguna hembra hay en la naturaleza ¡Qué rabia !
Sin embargo y contra lo previsible, esa forma de agrupar los géneros (con chocante predominio alrededor de lo masculino) se fue imponiendo en el lenguaje diario del vecindario y terminó por volverse común y corriente entre todas y todos las y los habitantes del Jardín del Edén, es decir, la humanidad. Y millones de años después nos tiene a los hispanohablantes metidos en problemas.
Seguramente si Eva viviera en la edad moderna, notaría también la existencia de otro tipo de expresiones sexistas que, aunque no hacen referencia a ningún género, contienen un mensaje subliminal francamente discriminatorio. Me refiero a palabras como bus y buseta, camión y camioneta, avión y avioneta, pantalón y pantaloneta, para mencionar solo unos ejemplos. En todos esos casos lo de menor capacidad termina en “a” y se le antepone el artículo “la” . Acaso esto no es ofensivo? ¿Quién dijo que las mujeres tenemos menos capacidad que los hombres? Evidentemente son expresiones discriminatorias !
Tal vez lo mejor sea inventar otro idioma porque el castellano no fue establecido para manejar tanto enredo. De pronto un nuevo tipo de esperanto, hecho para nuestro tiempo, permita comunicarnos con mayor fluidez y corrección (y sin el temor de estar ofendiendo a alguien). Una tarea que le podríamos entregar al ChatGPT, (o a la ChatGPT ?).